Apple intenta registra la mara “startup”(inicio)

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La polémica de que se convierta una marca en genérico siempre atrae problemas o quejas, de unos  o de otros. El caso más conocido por todos es el de Aspirina (tras la primera Guerra Mundial, la marca “aspirina” fue expropiada en los países ganadores, fundamentalmente Inglaterra, Estados Unidos y Francia; de tal manera que en estos países Aspirin pasó a ser el nombre genérico de la sustancia).  Entonces no se por qué Apple quiere hacerlo de forma inversa, coger un término genérico y utilizarlo como marca, que alguien me lo explique.

Apple está tratando de registrar como marca  la palabra “startup”, es decir, inicio o puesta en marcha, en Australia el pasado 27 de agosto. Busca utilizar la marca en relación con los servicios de tiendas minoristas, el mantenimiento, instalación y reparación de equipos informáticos y otros dispositivos, servicios educativos, incluyendo clases, talleres y seminarios, y el diseño y desarrollo de hardware y software. Así que abarca casi todo lo que hace Apple.

Apple ya la presentó en 2011 en China y los EE.UU. La empresa obtuvo una marca preliminar hasta un período de consulta donde la gente podía oponerse. Como era de esperar, se presentaron objeciones. Apple tiene una ventana para responder a las objeciones de los EE.UU.

La solicitud de marca presentada en Australia cae bajo el mismo registro internacional, como los presentados en los EE.UU. y China. Esto en realidad es una estrategia en toda regla pues el   “Sistema de Madrid para el registro de marca internacional”, administrado por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, en el que una empresa puede registrar una marca en uno de los países que firmaron este acuerdo de Madrid y será fácilmente de transferir a otros países.

Otro gigante que está intentando registrar “palabras” existentes de uso común es “Facebook”.

Facebook interpuso una demanda en Estados Unidos en contra de la marca denominada Teachbook en 2010, debido a la similitud en grado de confusión que se presenta en ambas marcas. Teachbook comercializada como una “comunidad en línea profesional para los maestros”, donde los educadores pueden disfrutar de las redes sociales y compartir recursos en un foro de estudiantes libres.

No es la primera ocasión en que Facebook defiende su marca, en otra ocasión demandó a Placebook que es un sitio web de red social donde los miembros conversaban acerca de sus viajes. Facebook aún no ha logrado el registro de la marca “Face” que se encuentra en proceso en Estados Unidos desde 2005.

Todo esto me hizo recordar un artículo de OMPI que asegura que existe un cementerio de marcas. Sí un cementerio de marcas que se llama “diccionario” Todas estas marcas llegaron a ser tan populares que la gente empezó a utilizarlas como nombre genérico para los productos a los que daban nombre. Finalmente, la marca se convirtió en el nombre del producto. Dicho de otro modo, la marca murió y fue enterrada en el “cementerio de marcas”.

Efectivamente, en la 22ª edición del Diccionario usual de la lengua española, de la Real Academia Española de la Lengua, figura que la palabra “curitas”, con el significado de “Tira adhesiva por una cara, en cuyo centro tiene un apósito esterilizado que se coloca sobre heridas pequeñas para protegerlas”, tiene su origen en una marca registrada, Curitas. En ese diccionario también puede verse que “termo”, desde hace mucho tiempo declarado nombre genérico en los Estados Unidos para referirse a contenedores aislados al vacío, originalmente era una marca registrada, Thermos.

Sin embargo, los derechos sobre las marcas varían de un país a otro, de manera que Thermos sigue recibiendo protección como marca en algunas jurisdicciones, como por ejemplo en el Reino Unido. Del mismo modo, en el Canadá todavía se considera que YO-YO es la marca que designa el conocido disco giratorio doble sujeto a una cuerda por su eje, pese a que un tribunal estadounidense lo declaró nombre genérico para este tipo de juguetes hace más de 40 años.

Todo esto da que pensar en el lio que se están metiendo voluntariamente, supongo que tiene un departamento de marketing lo suficientemente grande como su departamento jurídico.

Rocío A.M.