En plena depresión de la construcción en España, propongo la historia de este Arquitecto/Constructor Español que triunfó en Estados Unidos gracias a sus invenciones e innovaciones en la Construcción allá por el siglo XX. ¿Resulta que los techos de más de 1.000 edificios, desde capitolios, pasando por bibliotecas, catedrales o estaciones de metro son copias de techos Españoles? Todos ellos incorporan alguna de sus bóvedas o cúpulas tabicadas… Hay que profundizar para responder a estas preguntas.
Rafael Guastavino Moreno nació en Valencia en 1842. Aunque se instala en Barcelona, donde en 1861 se matricula en la Escuela de Maestros de Obras (1861-1865) y a pesar de que no terminó la carrera, consiguió el título acogiéndose a un Real Decreto de 1871 que facilitaba el título a todos los alumnos que hubieran comenzado las enseñanzas de maestros de obra, debido al fin de éstas al fundarse la escuela de arquitectura de Barcelona. Comenzó su exitosa carrera en Barcelona y a pesar de que durante este período diseño y construyó numerosos proyectos, se le conoce principalmente por dos grandes obras: La fábrica Textil Batlló en Barcelona (1869-1875) y el teatro La Massa en Vilassar de Dalt (1881). Estos proyectos convirtieron a Gustavino en uno de los principales arquitectos catalanes de la época.
En las fabricas textiles que he tenido el placer de visitar antes de su extinción, era impresionante entrar en sus salas de telares, tal vez el sonido ensordecedor de cientos de máquinas al unísono tenían algo que ver, pero no era solo eso, las industrias se realizaban con estilo propio y no una nave industrial de líneas recta con planchas de hormigón prefabricadas. En el museo Textil de Terrassa pueden verse fotografías de una sala de telares bajo techos abovedados. La fabrica textil de los hermanos Batlló es ahora la Escuela industrial de Barcelona.
Imagen del museo del museo textil de Terrassa (para ver el video del museo aquí)
Pero sigamos con la historia de Gustavino, su traslado a EEUU en 1881 pudo ser debida a una serie de acontecimientos. Le concedieron un premio por su participación en la Exposición del Centenario de Filadelfia de 1876, aunque también hay quien piensa que la posibilidad de tener un mejor suministro de cemento Portland para sus proyectos fuera decisivo. Fuera lo que fuese, el hecho es que Gustavino llegó a EEUU con sus hijos sin saber lo que le aguardaba.
Al principio no tuvo mucho éxito, bien por el idioma o por el estatus de “inmigrante” de la época. En 1885 participó sin éxito en un concurso para el proyecto del edificio del Arion Club; no obstante el arquitecto ganador utilizó el sistema de Gustavino de bóvedas tabicadas en la construcción definitiva de la obra (Austin 1999). Es posible que al suceder lo mismo con la Biblioteca Pública de Boston, Gustavino decidiera especializarse como contratista de bóvedas tabicadas en lugar de como arquitecto diseñador y se lanzara a patentar sus diseños e innovaciones. Promovió el uso de la bóveda tabicada como un sistema de construcción “a prueba de fuego”.
Su triunfo se forjó a partir de que se ofreciera a el Alquitecto Charles McKim, que había iniciado la construcción de la Biblioteca Pública de Boston en 1888, a construir los pisos del edificio con bóvedas tabicadas sin costo alguno, en lugar de emplear los perfiles de hierro que ya habían sido comprados para este propósito. Utilizó hasta siete formas distintas de bóvedas. Debido a este proyecto, le llevó a dar conferencias e incluso a publicar su primer libro, Ensayo sobre la teoría e historia de la construcción cohesiva, publicado en Boston en 1892.
Pasados 10 años en EEUU ya había establecido firmemente el sistema de bóveda tabicada. Tras sus estudios científicos de carga junto a ingenieros, en 1889 fundó la Compañía Constructora a Prueba de incendios (Fireproof construction Company), en Nueva York, que se expandió por todo el país abriendo sucursales en varias ciudades.
En Nueva York, los Guastavino llegarián a participar en la construcción de unos 360 edificios. Entre los que destacan la estación Grand Central o la espectacular cúpula de la Catedral de Saint John the Divine. Sus 30 metros de diámetro y 40 metros de altura la convertirían en la mayor de todas las cúpulas que los Guastavino habían construido y construirían, por lo que, sin duda, esta obra supuso todo un desafío para su sistema. Para hacerse con el proyecto por el precio que la Guastavino Company ofertó. Al no necesitar de encofrados durante la construcción, su precio fue muy inferior al del resto de ofertas. Sin olvidar, la elegante estación de metro de City Hall construida en 1900 y que tenía que convertirse en la joya de la red de metro de la ciudad.
Estación abandonada del Metro de Nueva York, City Hall | John-Paul Palescandolo y Eric Kazmirek en HuffingtonPost.com |Más info sobre la estación en OvejasEléctricas.es
Lejos de la Gran Manzana, a destacar, la bóveda de la Union Station en Pittburgh o su colaboración en la construcción de una bóveda en el Capitolio de Nebraska.
El boletín Association of Preservation Techology (APT) reprodujo todas las patentes Gustavino en una edición especial en 1999 y más recientemente fue revisado por el Tercer Congreso Nacional de la Historia de la Construcción realizado en Sevilla (Redondo, 2000).
Aunque la bóveda tabicada ha sido usada en muchos países y su origen exacto todavía se desconoce, suele vérsela como una técnica tradicional española o específicamente catalana (Collins, 1968 y Bannister 1968).
Como no hay éxito sin discordia, son muchos los que acusan a Gustavino de patentar un sistema tradicional en España en EEUU como si fuera nuevo. Pero siento no estar de acuerdo con estos ya que si examinamos sus patentes, las constantes innovaciones que los Gustavino padre e hijo introdujeron, muestran nuevos desarrollos significativos, en la tecnología y la construcción, de la bóveda tabicada tradicional.
Es cierto que las bóvedas tabicadas eran bastante más conocidas de lo que el propio Gustavino llegó a admitir, además Ramón Gumà Esteve ha mostrado en su tesis doctoral sobre las fábricas textiles en Cataluña que algunos edificios desde la década de de 1840 utilizaban bóvedas tabicadas, es decir, 20 años antes de la construcción de la Fábrica de Batlló hecha por Gustavino (Gumà 1996). Esto necesita un estudio a fondo que por desgracia no podemos realizar aquí.
Pero lo que si es cierto es que Gustavino revivió la bóveda tabicada y extendió su aplicación más allá de España.
Rocío A.M.
www.peritacionesmga.com
Fuentes:
Los Gustavinos y la bóveda tabicada en Norteamérica, John ochsendorf, profeson MIT( Massachusetts Instituted Tecnology).
Las patentes de Guastavino & e o. en Estados Unidos (1885-1939) Esther Redondo MartÍnez