El edificio Seagram, situado en el número 375 de Park Avenue y construido en 1958 por el arquitecto alemán Mies van der Rohe. En su primera planta se encuentra desde hace medio siglo el restaurante Four Seasons, que alberga piezas de artistas como Frank Stella, Robert Indiana o Joan Miró.
Entre esas obras se encuentra un telón que se conoce como ‘El sombrero de tres picos’ y que Pablo Picasso diseñó en 1919 para el empresario ruso Serge Diaghilev. El objetivo inicial del telón era ejercer como decorado en el estreno de la obra del músico granadino Manuel de Falla en el teatro Alhambra de Londres. Pero Diaghilev se lo vendió unos años después del estreno a un coleccionista suizo y así fue como llegó a las manos de Phyllis Lambert, hija del fundador de la compañía Seagram y aficionada a la decoración.
El lienzo ha estado en el mismo lugar durante más de medio siglo. separa los dos comedores del restaurante.Pero la inmobiliaria propietaria del edificio ha anunciado su intención de retirarlo este domingo para efectuar una reparación. El motivo que ofrece la empresa es el daño sufrido por los paneles de piedra caliza que cubren la pared donde está colgada la obra. Pero El lienzo es propiedad de New York Landmarks Conservancy (NYLC): una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es rescatar edificios y obras de arte y cuya presidenta Peg Breen ha advertido del peligro que supone trasladar el telón de Picasso a cualquier otro lugar y desconfían de la explicación oficial.
“Uno de los responsables del traslado nos dijo recientemente que la obra es tan frágil y quebradiza que podría partirse como una patata frita“, decía esta semana Breen en las páginas del ‘New York Times’.
Christie’s tasó ‘El sombrero de tres picos’ en algo más de un millón de euros. Un precio mucho menor que el de otras obras de Picasso por sus dimensiones y por sus orígenes como objeto de ‘attrezzo’ de ballet.
Para retirar el telón lo ideal sería realizar un protocolo para la restauración de este.
La restauración de los textiles es complicada pero no imposible, el problema es la pintura…
Antes de empezar cualquier restauración hay que identificar con que tipo de textil sé esta tratando y la forma en que fue elaborado, se puede empezar a analizar con un microscopio. Un poco de practica permite identificar rápidamente los principales tipos.
Los textiles que son de naturaleza orgánica están expuestos al ataque de los hongos y de las bacterias, los factores más corrientes de deterioro son aquellos que favorecen el desarrollo de estos organismos, es decir, el calor húmedo, la falta de ventilación, y el contacto con substancias animales o vegetales en estado de descomposición. Aunque normalmente las telas cláicas para lienzos eran de algodón y el lino. El lino era el más caro, el más fuerte y difícil de romper pero tiene el inconveniente de destensarse con el tiempo húmedo.
Como para todos lo Bienes Culturales, en principio, es imposible establecer normas generales de restauración de tejidos, cada pieza presenta características y problemas diferentes, por consiguiente su tratamiento se proyectara en función de la naturaleza de los materiales empleados en su elaboración, de su estado actual, magnitud de degradación, así como sus exposición (donde ha estado durante toda su vida y en particular en los últimos años).
El concepto moderno de conservación y restauración de los textiles antiguos es impedir en lo mas mínimo el comportamiento natural de las fibras. La superficie irregular de los tejidos de fibras naturales, los hace particularmente susceptibles a la suciedad. El polvo se aloja en los innumerables intersiscos del tejido, el anhídrido sulfuroso unido a las pequeñas partículas de hierro existentes en el aire, junto con la humedad de la atmósfera, origina la formación de ácido sulfúrico que progresivamente destruirá los materiales orgánicos.
El calor excesivo produce la desecación de los textiles haciéndolos quebradizos y la exposición a la luz intensa y a los gases venenosos, origina una alteración característica conocida en ingles con el nombre de “tendering” (reblandecimiento).
Con todo esto lo que quiero decir es que quitar ese telón de donde está es todo un desafío.
Rocío A.M.