¿Arte urbano o bandalismo?

Hace unas semanas que en Málaga se viene hablando de esta polémica. Y es que un muchacho malagueño de la localidad del Rincón de la Victoria se dedico a pintar el mobiliario urbano en “dorado”, pero no todo el mobiliario urbano sino las papeleras, contenedores o bancos (entre otros). Esto dio lugar a titulares como este: El misterio del “pintor dorado” de Rincón de la Victoria

doradoParece ser que ‘The Real Gold’ es el nombre del proyecto del joven, que busca hacer reflexionar en el contexto actual de crisis sobre «objetos que en esta sociedad son un tesoro para muchas personas», según sus declaraciones al  diario El Sur.

El Ayuntamiento del Rincón de la Victoria no sancionará al «pintor dorado» y su alcalde,  se ha mostrado incluso abierto a colaboraciones, alegando que el joven ha sido «respetuoso» y que la reacción de la gente es «positiva». Sin embargo, el Consistorio de la capital tiene una postura diferente, el cual insiste en que si el juez le declara culpable se aplicará la ordenanza municipal, lo que se traduciría en una multa de hasta 3.000 euros por hacer graffitis.

japon

Fotografía de la protección que tiene una pintura de Tsang Tsou-choi, en Hong Kong.

Esto me ha recordado a  Tsang Tsou Choi, un trabajador pobre de japón que apenas sabía leer ni escribir, empezó a dejar su huella en las calles de Hong Kong con sus grafiti caligráficos cuando tenía 35 años. Aunque al principio se le consideró un alborotador, cuando murió a la edad de 86 años, su obra ya había sido elevada a una forma de arte e incluso el diseñador de moda William Tang  creó una línea con la caligrafía de Tsang Tsou Choi como tema central.