Arquímedes: el arte y la ciencia del inventor

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Imagen de la exposición que conmemora al dicho de Arquímedes: “Dadme un apoyo y levantaré el mundo”.

En Roma se expone  por primera vez  una recopilación  del científico griego Arquímedes. La exposición “Arquímedes: el arte y la ciencia del inventor” está en los Museos Capitolinos de Roma.

Arquímedes vivió en el siglo III aC, la ciudad de Siracusa y fue un matemático, físico, ingeniero y astrónomo.

Entre sus contribuciones a la física son las leyes de la flotabilidad, de vasos comunicantes y la palanca, y herramientas como bomba  o tornillo de Arquímedes – Aparato utilizado para transferir líquidos entre dos puntos con diferentes alturas.

Tornillo de Arquímedes

El trabajo del científico griego también inspiró varios ilustres que le sucedieron como Galileo Galilei e Isaac Newton.

Entre los objetos expuestos en Roma, son un planetario un reloj de agua, una barra de equilibrio, un tornillo de la bomba, dos vasos comunicantes y dada mi afición por los libros antiguos no puedo dejar de nombrar que se encuentra entre otros, el Tratado de la arquitectura y las máquinas, Francesco di Giorgio aunque en facsímil no deja de ser una maravilla.

arquimides 2

 

Todos hemos visto la típica imagen de Arquímedes en la bañera gritando “EUREKA”. Uno de los objetos de la muestra es una pequeña bañera del siglo III antes de Cristo como la que le sirvió a Arquímedes para el descubrimiento fundamental que dio lugar al principio físico que lleva su nombre.

Tal vez sepáis la historia, pero me gusta contarla como se debería de enseñar las Matemáticas y la física, con su aplicación para que sea más fácil de ver:

Según la versión dada por el arquitecto romano Marco Vitruvio, fue en la bañera donde Arquímedes solucionó el problema que le había planteado el tirano de Siracusa, Hierón II. Este había entregado a un orfebre una cantidad de oro para que hiciera una corona. Cuando la recibió, el rey, desconfiado, sospechó que el artesano lo había engañado y que había hecho una aleación con sólo una parte del oro y otra de plata, más barata.

Arquímedes observó que al sumergirse él en la bañera, sobresalía una cantidad de agua. “¡Eureka!” (que significa “he hallado” en griego), exclamó, mientras corría desnudo por las calles de Siracusa. Había hallado la solución. Dedujo el principio por el cual un cuerpo sumergido en un fluido recibe un empuje hacia arriba –empuje hidrostático– equivalente al peso de la masa de líquido desalojada. Sumergiendo en una bañera la corona encargada por el tirano y dos masas de peso equivalente, una de oro y otra de plata, Arquímedes comprobó que la densidad de la corona no era la misma que la del oro puro y así demostró que el orfebre, en efecto, había engañado al tirano.

Esto no se sabe muy bien si es leyenda o realidad puesto que Vitruvio lo escribió dos siglos después de la muerte de Arquímedes, que por cierto lo mataron por error.

 

corona sumergida

 

Así que si tenéis algo que no se os va de la cabeza y no encontráis la solución  sumergiros en un baño relajante y probablemente tengáis la suerte de Arquímedes de ver la solución in situ, ¡suerte!

Rocío A.M.

Fuentes:

Museo Galileo Galilei Florencia

Museos Capitolinos de Roma

 

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