China tiene la vacuna contra el coronavirus

Según ha difundido a través de comunicado oficial el Ministerio de Defensa chino, China tiene la vacuna contra el coronavirus a su disposición y esta ya ha sido probada con humanos según recoge la Agencia EFE.

Detrás de este gran avance por el descubrimiento de la vacuna contra el coronavirus se encuentra la epidemióloga Chen Wei, la cual ha confirmado a través de dicho comunicado oficial que la vacuna se ha desarrollado de acuerdo con estándares internacionales y normativa local vigente, por lo que estaría disponible para su producción a gran escala.

¿QUIÉN ES CHEN WEI?

Chen Wei es general del ejército chino y una reputada epidemióloga que goza de amplia experiencia en la investigación y en el desarrollo de tratamientos para enfermedades como las que produjeron otras crisis importantes como la del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) en 2003 o la del ébola en 2014.

Nació en 1966 en Lanxi, provincia de Zhejiang y se graduó en Química en 1988. Tres años después se unió al Ejército Popular de Liberación y se convirtió en viróloga en la Academia de Ciencias Médicas Militares.

Esta mujer, nada más comenzar el brote del covid-19 en la localidad de Wuhan, se trasladó a la ciudad para instalarse en un laboratorio móvil, trabajar sobre el terreno donde se inició todo y desarrolló allí nuevos kits de detección más veloces que los que se estaban usando.

Su vacuna contra el coronavirus, que ya ha sido testada en humanos, carece de sustancias infecciosas y requiere de una sola inoculación.

 

Famosa fue su imagen pinchándose la vacuna para probar en sí misma y en los miembros de su equipo.

vacuna contra el coronavirus

Chen Wei pinchándose la vacuna

¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS ESTÁNDARES INTERNACIONALES?

Los estándares internacionales ya han dejado de ser un valor agregado en el mercado internacional, ahora son un aval de garantía que le da al producto o servicio una confiabilidad que implica que la organización normalizó y formalizó sus procedimientos facilitando  la entrega de un buen producto final.

En Peritaciones MGA creemos que avalar la gestión de una empresa con la certificación aprobatoria de un estándar internacional favorece su desarrollo, afianza su posición en el mercado y le hace mejorar la imagen de sus servicios, además de acreditarle un valor universal para su comprensión en la comercialización mundial del producto.

Es por ello que desde China se hayan apresurado a certificar que la vacuna contra el coronavirus cumple con los estándares internacionales pertinentes. Es cuestión de dar el primer paso en la futura comercialización de un producto que puede sentar precedentes en el orden geopolítico internacional.

 

Patentes de biotecnología y su historia

 Las patentes biotecnológicas nunca dejan indiferente a nadie, creo que son las que siempre topan contra la oposición de la “Ética”. Hay numerosos libros tratando el tema y no pretendo entrar en conflicto, pero se aceptan los pensamientos de cada uno. Me gustaría recordar aquí los orígenes de estas, para que conozcamos su trayectoria.

biotecLa industria farmacéutica y el colectivo científico sabe bien de lo que hablo. Todos los sistemas de patentes han concedido derechos sobre sustancias naturales, cuando dichas sustancias logran ser aisladas e identificadas por primera vez respecto de otras con las que forman mezclas complejas, al tiempo que se propone una utilidad. La clave está en que la patente se concede no al producto en su estado natural (en el que suele estar mezclado con cientos o miles de otras sustancias), sino al producto aislado y purificado, en tanto para ello hay que aplicar actividad inventiva. Este es el caso de muchos medicamentos, empezando por la centenaria aspirina (1910), la adrenalina (1911) y siguiendo con los antibióticos (desde años 40-50) y muchos más.

En 1873 la Oficina de Patentes norteamericana concedió a Pasteur la patente nº 141.072 por “una levadura libre de gérmenes de enfermedad como artículo de manufactura”. Sin embargo, posteriores decisiones llevaron a no continuar en esta línea, salvo excepciones (una raza bacteriana en 1977). En general, antes de 1980 los seres vivos no eran patentables, bien porque se les consideraba como “productos de la naturaleza”, bien porque no eran susceptibles de descripción escrita suficiente, tal como reclama el sistema de patentes. (Esto afectaba igualmente a las bacterias y hongos productores de antibióticos). Por lo tanto, antes de 1980, la mayor parte de las patentes en relación con la biología se concedían a procesos, principalmente aquellos que usaban bacterias: para tratar aguas residuales, o producir sustancias químicas, antibióticos, etc., si bien el microorganismo como tal era no patentable.

En 1980 se hizo famoso un caso que, aunque no perteneciente a un desarrollo de ingeniería genética, iba a tener una enorme influencia en los aspectos de patentes y comerciales de esta nueva biotecnología. Para esto tenemos el ejemplo por excelencia: Diamond vs. Chakrabarty. El Tribunal Supremo de los EEUU dio la razón a este último, al establecer que la bacteria del género Pseudomonas que presentaba a patente era una “manufactura” o “composición de materia” y cumplía los criterios: era una novedad (inexistente como tal en la naturaleza, y no obvia para la ciencia del momento), derivaba de actividad inventiva (pues se había logrado en laboratorio por transferencia de plásmidos), y cumplía el criterio de utilidad (su objeto era emplearla en labores de descontaminación de vertidos de crudo). En su sentencia (que revocaba una decisión anterior de la oficina de patentes) se incluía una frase que haría historia: las patentes se pueden conceder “a cualquier cosa bajo el sol hecha por el hombre”. De esta manera, caía la añeja objeción contra las patentes de seres vivos por el simple hecho de estar vivos: la jurisprudencia estableció que no de puede discriminar a una invención por este hecho, si cumple los criterios clásicos de patentabilidad. El tratado de Budapest (1977, entrada en vigor 1980) establece como prerrequisito para la solicitud de patentes sobre microorganismos el depósito de una muestra del microorganismo en una institución especializada.

Y es así como comienza esta aventura.

Rocío A.M.

www.peritacionesmga.com